7 fallos de branding que (probablemente) estás cometiendo

Cuando piensas en un gran branding, las letras distintivas de Coca Cola rojas y blancas, el trazo de Nike o las tres rayas de Adidas probablemente te vengan a la mente. Pero como pequeña empresa, pensar en el nivel de inversión que ha supuesto convertir estos logos en iconos puede hacerte perder la cabeza acerca de emprender tu propia iniciativa de marketing.

En realidad, es más fácil de lo que la gente puede imaginar. Podíamos empezar diciéndote qué debes hacer para llevar el branding de tu pequeña empresa a buen puerto, pero no. Vamos a empezar diciéndote qué no debes hacer, así somos nosotros.

Errores más comunes en branding

1 No entender el poder de una marca

Desde una perspectiva de relación con el cliente, tener una marca fuerte es obviamente una ventaja. Por ejemplo, cuando la gente piensa en comprarse zapatos o zapatillas online, piensan en Zappos. Tú también quieres ese tipo de relación inmediata con tus clientes.

Definir tu marca también es muy valioso desde la perspectiva del SEO. Es un secreto a voces que a Google le gusta dar prioridad a los anuncios de marca en sus resultados orgánicos, ya que los usuarios están más predispuestos a hacer clic en ellos.

Más clics suele significar más clientes satisfechos, lo que significa que centrarte en la construcción de la marca podría suponer un tráfico inesperado a tu sitio web y los beneficios de la notoriedad.

2 Olvidar establecer unas guías definidas de marca

Así que sabes que tu empresa debería desarrollar una marca, pero ¿Qué significa eso exactamente? Al crear una identidad de marca, deberás establecer pautas definidas que cubran todos los elementos que te listamos (así como cualquier otro que sea relevante para tu sector).

  • Logo (Tanto un logo global como cualquier logo que tu empresa utilice para líneas de productos individuales)
  • Colores de la marca
  • Claim o eslogan.
  • Fuentes y tipografía
  • La “voz” usada en tus materiales de marca
  • Imágenes
  • Portavoces

Obviamente, esta lista no termina aquí. Si hay alguna otra característica de marca que consideres necesaria para definir el branding de tu negocio, adelante, añádela a tu identidad corporativa o manual de estilo. Lo peor que puedes hacer es evitar la creación de este tipo de documentos. Sin ellos, tus esfuerzos de marca quedarán incoherentes y perderán el foco necesario para el éxito de tu marca.

3 Pasarte de complicación en tu marca

Echa un vistazo al logo de CocaCola ha ido evolucionando desde su primer uso en 1887. Las fuentes utilizadas han variado ligeramente, pero el aspecto original todavía está casi intacto después de más de 127 años de servicio.

Las pequeñas empresas pueden aprender una lección de branding de este gigante de la industria del refresco. Al iniciar el proceso de marca, puede ser tentador añadir más elementos y variables de las que realmente necesitas. Pero tu logo no necesita tener seis colores diferentes, no seis elementos gráficos individuales para representar los diferentes aspectos de tu empresa ni nada por el estilo, Los elementos limpios y sencillos tienen más probabilidades de ser reconocidos y recordados por los usuarios y consumidores, y además es más fácil que queden bonitos. Así que evita complicar los elementos de tu marca de empresa. En serio.

4 Caer en la trampa de una marca vaga

Pero ojo, esto no tiene nada que ver con desarrollar directrices de marca y elementos que no aportan nada a tu empresa ni a tu propuesta de valor. Es probable que hayas visto esto en logos genéricos o en el lenguaje de marketing vacío y repetitivo. Por ejemplo, los libros “más vendidos”, los hoteles “preferidos por los usuarios” o las agencias de publicidad “galardonadas”, realmente no significan nada.

Esto es lo que se conoce habitualmente como “lugar común”, y es un recurso aburrido muy propio de marcas perezosas. Tonterías vagas que se han repetido tan a menudo que han perdido todo su significado.

¿La solución? Lenguaje, logotipos e imágenes claras. En realidad, no es tan fácil pero el resultado es claramente beneficioso. Echa un vistazo a esta captura de pantalla de Square, un servicio de pago por móvil. No solo el logotipo ayuda a reconocer la marca de una manera inconfundible, sino que la propuesta de valor en el claim de la empresa es clara, “Empieza a aceptar tarjetas de crédito desde hoy”.

 

 

5 Hacer trampa en las directrices de tu marca

Vale, te has sentado a elaborar cuidadosamente las líneas de branding que debe seguir tu marca y has empezado a implementarlas en todos los materiales y procesos de marketing de tu empresa en el entorno online y offline.  Pero dos meses después, vas a lanzar una línea de productos en la que quedaría genial una línea de colores que no tienen nada que ver con lo que especificaste aquella vez en tu identidad corporativa.

¿Puedes hacerlo? Por supuesto que puedes. Pero ten en cuenta que cada vez que evitar seguir las directrices de tu marca diluyes su poder un poquito. Así, en esencia estás introduciendo una nueva imagen de marca para tus clientes, disminuyendo la fuerza asociativa que tendrían con una campaña de branding más consistente y definida.

6 No vigilar el uso de tu marca

El desarrollo y la implementación del branding de tu pequeña empresa es solo la mitad de la batalla. Además, tienes que ser proactivo a la hora de monitorizar cómo y dónde se está usando tu marca y tus elementos de marca en tu nombre. Si no, podrías tener competidores que creen una marca muy similar, que tu marca pierda el sentido debido a una mala gestión de marca por parte de un tercero (un uso de tu logotipo con colores incorrectos, por ejemplo), una página que usa tu logo pero que no te está enlazando a tu marca, y cosas así.

Algunas de estas cuestiones te pueden parecer menores, pero en otros casos, puede ser incluso necesario llegar a acciones legales si sientes que tus elementos de marca están siendo usados de manera incorrecta. Tú eres, o debes ser, el principal defensor de tu marca.

7 Cambiar tu marca de manera inadecuada

No hay nada malo en hacer un rebranding. Es decir, a menos que se haga mal. Ten en cuenta que todos los cambios que hagas en tu marca reduce la conexión que ya has construido con tus clientes. Por lo tanto, es importante hacer solo cambios cuando los beneficios realmente superen los riesgos de perder cuota de negocio o de notoriedad. Si decides hacer algún cambio es importante que eduques claramente a tus seguidores sobre los cambios que estás haciendo.

Si bien el branding es ciertamente una disciplina de marketing en sí misma, no tiene por qué ser especialmente complicada. Las buenas intenciones – y evitar este tipo de errores que describimos aquí – te ayudarán mucho en el camino hacia crear tu pequeña empresa que establezca conexiones vitales con tu público objetivo.

Y si quieres ayuda profesional con el branding de tu empresa, aquí estamos para todo lo que necesites.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.